Andrés Manuel López Obrador ha prometido una sacudida total del aparato gubernamental mexicano en busca de acabar con la corrupción, el eje central de su cuarta transformación
Pese a que en el discurso López Obrador ha planteado su proyecto de transformación, quedan dudas de cómo lo va a lograr. Además surge un factor que no ha dejado claro cómo lo va a abordar o negociar: los sindicatos mexicanos.
Históricamente el sindicalismo nacional oficialista ha jugado más un papel en el campo de lo político que en lo laboral
En mayo pasado, aún en campaña, el político tabasqueño desde San Andrés Tuxtla, en Veracruz, se comprometió a respetar la autonomía sindical de todas las organizaciones de los trabajadores además del voto libre en la selección de los representantes gremiales.
Unos días después, desde Minatitlán, volvió a abordar el tema y dijo que durante su gobierno habrá democracia sindical y pondrá fin al cacicazgo petrolero.
“Se acabó el cacicazgo en el manejo del sindicato petrolero, llegó a su fin. Sí me entienden, ¿verdad?”, dijo durante el mitin en el que no mencionó nombre alguno pero hacía una clara referencia al polémico priista Carlos Romero Deschamps, quien ha ocupado el liderazgo del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) desde 1996.
Los liderazgos de los principales sindicatos oficialistas se perciben longevos y con tintes corruptos, por lo que si López Obrador planea cumplir con su plan de sacudir las estructuras gubernamentales, deberá poner especial atención en las finanzas opacas de estos gremios.
López Obrador se ha comprometido a respetar la autonomía sindical de todas las organizaciones además del voto libre en la selección de los representantes gremiales
Por su parte, Luisa María Alcalde, propuesta para ocupar la Secretaría del Trabajo en el próximo sexenio, ha mencionado en entrevistas con otros medios que en el tema sindical no todo es corrupción, pero que se manejarán de manera democrática y con libertad, por lo que garantizó que serán las organizaciones las que tomen sus decisiones y que habrá garantía de que el gobierno no será persecutor ni tampoco cómplice de nada.
En días pasados, Rocío Nahle, propuesta para ocupar la Secretaría de Energía, descartó por completo una cacería de brujas en contra del líder petrolero, ya que dijo que en el nuevo gobierno viene un cambio de cómo se hacían las cosas antes.
Expertos consultados por Reporte Indigo opinan que México se encuentra ante una oportunidad histórica para cambiar las relaciones con las prácticas sindicalistas, aunque consideran que el panorama es difícil, ya que el plan de gobierno que ofrece López Obrador puede resultar en un principio incómodo para estos gremios.
“El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, tiene muy bien ubicado por la cultura priista en la que él se formó, cuál es el papel que juegan estas asociaciones en cómo se toman ciertas decisiones y tiene muy claro cuál es la relevancia para un gobierno el hecho de que estas agrupaciones estén estables, tranquilas”
Los sindicatos van a seguir jugando un papel importante en el sistema político mexicano el próximo sexenio en lugar de tomar un protagonismo en la parte económica o de producción, que es la que realmente les corresponde, considera el politólogo Maximiliano García.
Para el doctor en Ciencia Política por la Universidad Nacional Autónoma de México, existe una oportunidad histórica en el país ante esta nueva alternancia para replantear cuál es el papel real de los sindicatos y tratar de encontrar una mayor transparencia en ellos, pero considera que será muy complicado que esto ocurra.
Indica que López Obrador conoce muy bien qué papel juegan los sindicatos en el sistema político, por lo que desde su punto de vista, el presidente electo tratará de mantener una relación estable, sin embargo, será muy difícil que lleguen cambios reales que modifiquen tanto su estructura como su actuar en el panorama nacional.
“Es lamentable porque estamos ante una oportunidad histórica de replantear el tema del sindicalismo y cómo es que se tendría que orientar precisamente para los fenómenos económicos y de mercado que se han registrado en el país”, agrega.
Maximiliano García considera que una de las habilidades principales de los sindicatos es su capacidad de adaptación.
Tras los procesos de alternancia y democratización que ha vivido México en las últimas décadas, observa que tienen una lectura muy clara de cómo se tienen que ir moviendo para alinearse al sector gubernamental.
Para el politólogo, el reto sindicalista en el sexenio que iniciará el 1 de diciembre va en dos vertientes: uno es replantear qué papel jugarán al tener un vínculo directo con el gobierno, ya que anteriormente su intermediario se hacía por sectores del PRI, pero ahora buscarán un diálogo frente a frente.
El reto para los sindicatos será crear una agenda que demuestre su interés por los trabajadores
UN “QUINAZO” DESCARTADO
Para el analista político, Juan Pablo Galicia, existen todas las condiciones para que tras la toma de posesión de López Obrador como presidente ocurra una detención mediática al estilo Joaquín Hernández Galicia “La Quina” con Salinas de Gortari o Elba Esther Gordillo con Peña Nieto pero lo descarta porque considera que eso significa no haber aprendido de los errores de los gobiernos anteriores.
Por ahora el encarcelamiento de algún dirigente sindical sólo podría darse si hubiera un enfrentamiento directo con el gobierno
“Es poco probable porque esos golpes se han dado debido a que los presidentes han partido de un déficit de legitimidad, Salinas y Peña Nieto necesitaban mostrar algo de fuerza con sus sectores y seguidores para incrementar su aprobación e hicieron este tipo de acciones. López Obrador inicia con una amplia legitimidad y lo llevará por otra vía”, indica.
Un factor que evitaría que López Obrador se lance contra los sindicatos es que cuenta con mucha legitimidad
López Montiel considera que si la administración morenista trata de seguir esa ruta que en el pasado ya demostró que no da buenos resultados, el costo político podría ser mucho más alto que el beneficio, y agrega que sólo se haría si hubiera una confrontación directa con algún personaje pero que hasta el momento no se ha dado.
CERCANÍA CON LOS SINDICATOS
“López Obrador es cercano a los sindicatos en su discurso y en su acción. Me parece que los planteamientos que ha hecho sobre todo en temas de la burocracia sí tocan o pueden tocar espacios sindicales. Pero creo que esta corriente de Morena es mucho más cercana al sindicalismo que los gobiernos panistas en su momento”, indica Gustavo López Montiel, doctor en Ciencia Política.
El analista considera que la campaña del tabasqueño estuvo cercana al sector sindical, aunque aclara que dependerá de cada sector, pero cree que hay acercamientos para llevar una relación de colaboración entre ambas partes.
El acercamiento del próximo gobierno con un sector de los sindicatos también se podría fortalecer con la llegada de Napoleón Gómez Urrutia al Senado
Por su parte, el politólogo Juan Pablo Galicia, considera que el proyecto que ha planteado López Obrador de recuperar la producción nacional y fortalecer el mercado interno es una buena oportunidad para que los sindicatos recobren fuerza.
“Que el gobierno diga que se va a tratar de producir en el país la mayor parte de lo que se consume tiene que ver mucho con estas agrupaciones, pues los sindicatos están involucrados con el campo, con la energía, con el petróleo y se van a ver beneficiados con este tipo de políticas porque habrá inversión en ellos”, indica.
Desde su campaña, López Obrador fue cercano al sector sindical, por lo que se podrían dar acuerdos para llevar una relación de colaboración entre ambas partes