Es fundamental impulsar mecanismos que permitan a los adultos mayores independencia y autonomía en la vida productiva, e igualmente imperativo proteger sus derechos humanos, la dignidad y evitar la no discriminación por la razón de edad.

En nuestro país hay más personas de 60 que de cuatro años, son 11.7 y 8.1 por ciento, respectivamente. Las proyecciones indican que el cambio demográfico es irreversible debido a la disminución de la fecundidad y que la muerte ocurre en edades más avanzadas.

En el caso de las mujeres de 60 años y más, se prevé que para el 2050, representarán el 23.3 por ciento de la población femenina y los hombres constituirán el 19.5 por ciento. 

En la Cámara de Diputados, el presidente de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, Luis Fernando Mesta Soule sostuvo que ante la eminente inversión poblacional en el país, es necesario crear leyes y programas que prevengan el abuso, abandono, violencia y maltrato hacia los adultos mayores.

Al inaugurar el Foro “Hacia la firma de la Convención Interamericana sobre la Protección de los Derechos Humanos de las Personas Mayores, afirmó que el Poder Legislativo tiene la responsabilidad y obligación de actualizar el marco jurídico, a fin de garantizarles la prestación de servicios de salud y laborales, permitiendo su inclusión en actividades de la sociedad.