El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Seguridad Social

Hipertensión y diabetes, las amenazas de tu salud

Por: Redacción//El Pulso Laboral

Miércoles 27 de julio 2016

La diabetes mellitus e hipertensión son dos de las enfermedades que actualmente van a causar más muertes y discapacidades en las personas en edad productiva, y en todas las edades. El doctor Israel Diarte Arellano, médico internista, explica la ‘bomba de tiempo’ que representan estos dos males, más aún cuando se dan juntos.

“Son padecimientos que se tienen que controlar con cambios en el estilo de vida; con modificaciones en la forma en que comes, que vives, que haces ejercicio o no lo haces”, comentó el doctor.

Estas dos enfermedades combinadas llevan, por ejemplo, a formar arteroesclerosis, un infarto de corazón, desarrollar una embolia cerebral, problemas en los pies que terminan en amputaciones. La diabetes en México es la principal causa de ceguera. Sus complicaciones pueden llevar a una discapacidad y a la muerte.

 “Específicamente sobre diabetes, en números gruesos, actualmente alrededor del 10 por ciento de la población, tiene o va a tener diabetes en algún momento de su vida”, manifiesta Diarte Arellano.

La diabetes tipo 1 no se puede controlar, pero la diabetes tipo 2 sí, y está muy relacionada con los hábitos. Cada día hay más obesidad en adultos, pero también en los niños. Antes, expresa el especialista, la definición era: diabetes 2, diabetes del adulto, y diabetes 1, diabetes de los niños.

Ahora hay niños de 10 años o menos con diabetes tipo 2; hay menores obesos que no hacen ejercicio y no están haciendo cambios es sus hábitos de vida pues consumen mucha azúcar, harinas, como el pan. Con la obesidad desarrollan un fenómeno que se llama resistencia a la insulina y eso los lleva a la diabetes. “La obesidad y el sedentarismo lo veíamos en los adultos”.

La hipertensión está relacionada íntimamente con la sal (el sodio); el sedentarismo; y la diabetes misma. ¿Y la sal donde está? “La sal tú la conoces como el granito de sal fina de mesa o la sal gruesa para cocinar. Pero esa sal corresponde a alrededor del 20 por ciento de la que podemos comer en un día.

Decimos, pero yo no le pongo sal a la comida, ¿cuál es mi problema? Tú no le pones sal, está muy bien, tienes un 20 por ciento menos de consumo de sodio. Pero en la cocina usamos infinidad de condimentos y sazonadores sobresaturados de sodio”, señala el especialista. Y explica que, por ejemplo, en un puré de tomate procesado hay 20 veces más sal, que en uno preparado en casa naturalmente. Lo mismo pasa con el caldo de pollo en cubo o en polvo. Igualmente pasa con las hierbas que se consiguen secas; un alimento fresco tiene agua, uno deshidratado, como en este caso, tiene sal, con eso se conservan.

 “Ahí ya tenemos un grandísimo problema, tenemos que cambiar la forma en como cocinamos. Esas ‘bondades’ de la vida moderna, de alguna forma nos están llevando a consumir una cantidad de sal excesiva. No es muchas veces, insisto, el grano de sal, tal vez ese sea el menos culpable de todo, es la forma en que comemos, lo que cocinamos”.

Para poder bajar el consumo de sodio tenemos que empezar a cocinar con cosas frescas, y hacer todo desde cero. Y esos son cambios culturales completos que se tienen que hacer.

 

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