El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Seguridad Social

Retos del sistema de pensiones

Por: Redacción/ El Pulso Laboral

En virtud de que en los últimos 6 meses tanto la OCDE, la Asociación de Administradoras de Fondos para el Retiro y en forma reiterativa la Comisión Nacional del Sistema del Ahorro para el Retiro han venido haciendo declaraciones y pronunciamientos sobre la necesidad de reformar el sistema del ahorro para el retiro, y en especial la Consar ha venido criticando la operación y eficiencia de las Afores y sus resultadoso, sin ver si parte de los problemas y retos son ocasionados por la sobrerregulación existente, es importante en este artículo precisamente que el lector sepa cuáles son esos retos que enfrenta nuestro sistema de pensiones.

México transita desde hace varios años por una profunda transformación demográfica. Conocida principalmente por sus oportunidades (frecuentemente se usa el término bono demográfico para ejemplificarlas), esta transformación impone retos significativos en muchos frentes, destacando los de la seguridad social.

Durante su primera parte, la transición demográfica dará a nuestra economía una oportunidad sin precedentes ya que las razones de dependencia disminuirán y el país contará con segmentos amplios de su población en edad productiva. Sin embargo, en la segunda, México deberá enfrentar los retos sociales del inexorable envejecimiento de la población.

La evolución demográfica de nuestro país ha ido acompañada por diversos esfuerzos para establecer un sistema eficaz de protección social a la vejez. Durante las últimas dos décadas, los esquemas pensionarios han experimentado profundos cambios destacando las transformaciones orientadas a lograr la sustentabilidad financiera de los sistemas contributivos y la necesidad de establecer un piso de ingresos para ciertos grupos de la población a través de pensiones no contributivas federales y estatales

No obstante estos esfuerzos, México no ha logrado construir un sistema de protección social que por su alcance, suficiencia y fortaleza financiera brinde seguridad económica a la población en vejez. Los diagnósticos sobre la situación de las pensiones en México tienden a coincidir en cuatro desafíos fundamentales:

El desafío de la cobertura. Según datos de la OCDE,[1] se estima que solo 40 por ciento de la población contará con una pensión al llegar a la vejez, lo que anticipa un problema de grandes dimensiones en lo social y en lo económico. Dar solución a este desafío exige esfuerzos en múltiples dimensiones, pues requiere atender la condición que observan diferentes grupos de la población en el mercado laboral.

Dentro del grupo de soluciones, se tendrá que discutir el alcance y nivel de pensiones no contributivas que se otorgan a la población en lo general, así como las condiciones de aportación y retiro que deben observar los sistemas contributivos. En su conjunto deberá avanzarse hacia un sistema universal de pensiones que entre otros armonice los diferentes esquemas pensionarios que conviven en México (el de los trabajadores del sector público (ISSSTE) y el privado (IMSS), los regímenes especiales establecidos para entidades de la administración pública[2] y la existencia de múltiples sistemas de pensiones estatales, municipales y para las universidades públicas.

El desafío de construir pensiones adecuadas. Un segundo reto relevante es que las pensiones sean suficientes para dotar un piso de bienestar a todos los habitantes y que a la vez reconozcan los esfuerzos de productividad individual que hacen los trabajadores a lo largo de la trayectoria laboral.

La atención de este desafío requiere nuevamente de un amplio debate social, ya atenderlo necesita de al menos dos condiciones:

Aumentar las aportaciones obligatorias con fines de pensión.[3]

Modificar la edad de retiro conforme al incremento en la expectativa de vida de la población en México.[4]

El desafío de las inversiones del ahorro para las pensiones. Durante los últimos años el ahorro nacional para las pensiones ha crecido significativamente hasta representar hoy 15 por ciento del PIB. Si bien es cierto que esta cifra es pequeña frente al reto de financiar mejores pensiones, su existencia es inédita en la historia de país.

Mantener el crecimiento por rendimientos del ahorro para el retiro requiere que el régimen de inversión de las afores tenga una evolución acorde con el crecimiento de los fondos. En este sentido, aunque las reglas para invertir el ahorro para el retiro han tenido una evolución progresiva, el crecimiento acelerado de los fondos ha generado una persistente tendencia de los portafolios a concentrarse en valores gubernamentales e instrumentos de deuda, lo que limita su rentabilidad.

De cara al crecimiento esperado de los fondos es necesario mantener esfuerzos permanentes de diversificación de los portafolios, lo que implica el análisis y autorización de nuevos tipos de instrumentos y mercados para la inversión del ahorro.

El desafío es también conservar un régimen de inversión libre de conflictos de interés. Para ello es necesario continuar profundizando en la adopción de mejores prácticas en los gobiernos de las afores, pero también a nivel del regulador (Consar), de tal manera que la orientación de las inversiones se mantenga de forma exclusiva hacia la maximización de la rentabilidad al trabajador.

El desafío de una administración eficiente y eficaz del sistema de pensiones. Una de las cuestiones en permanente revisión en el sistema de pensiones es su funcionamiento y los costos asociados. Durante los últimos años, el enfoque de la regulación hacia este tema ha sido el de sobrerregular las afores en materia comercial y solicitar diminuciones anuales en sus comisiones.

Este enfoque sin embargo no da una solución de largo plazo a la necesidad de mantener un mercado competitivo que genere valor al SAR. Persiste la necesidad de buscar un enfoque regulatorio que promueva condiciones de competencia que:

Permita la diferenciación de las empresas en materia de oferta de producto (rendimientos, comisiones y servicios), eliminando la tendencia a la homologación de la oferta de la industria.

Promueva nuevos mecanismos de inclusión y educación financiera entre los trabajadores de tal forma que participen de manera más activa en la construcción de su pensión.
Por último, tenemos que consignar los retos y dudas que la Consar deja en esta administración:

Su estructura es la adecuada.

2. Existe y es efectiva de acuerdo con su estructura legal que ha cumplido con su función de propiciar la mayor eficiencia en las afores.

3. Existe o no la sobrerregulación que justifique su política que afecta a la administración en las afores y sobre todo a la confianza de los ahorradores. El tema ya está siendo analizado por la academia, los expertos en pensiones y los interesados.

De acuerdo con lo anterior, respetable lector, esperemos que el nuevo gobierno consulte con los interlocutores operativos (afores) para fortalecer el sistema y no afectar las finanzas públicas.

[1] Estudio de la OCDE sobre los sistemas de pensiones en México, 2016.

[2] Incluyen el de las Fuerzas Armadas, PEMEX, la Comisión Federal de Electricidad, el propio IMSS para sus empleados (IMSS-RJP), los maestros, los tribunales (por ejemplo, la Suprema Corte y el Consejo de la Judicatura Federal), el banco central y las instituciones de la banca de desarrollo.

[3] La tasa de aportación para afiliados al IMSS (el segmento más numeroso de trabajadores) es de apenas 6.5%, nivel insuficiente para garantizar beneficios pensionarios de más de 50% del salario final.

[4] De acuerdo con datos de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), la esperanza de vida al nacer se incrementará de 52.5 y 48.9 años para mujeres y hombres, respectivamente, en 1950, a 82.7 y 76.5 años para mujeres y hombres, respectivamente, entre los años 2045 y 2050./Siempre

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