El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Seguridad Social

La cobertura de fármacos que curan la hepatitis C es limitada

Por: Redacción/ El Pulso Laboral

La cobertura de los medicamentos que curan la hepatitis C es limitada debido a su alto costo, por lo que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y el Seguro Popular establecieron requisitos para hacerse cargo de pacientes. 

El primero atenderá los casos más urgentes, es decir, de quienes antes no hayan tomado algún fármaco y cuando el deterioro de su función hepática se encuentre en estadios avanzados. 

De acuerdo con información oficial, serán mil 600 derechohabientes por año, de un universo de 81 mil con diagnóstico de la infección. Por cada tratamiento que cura en 12 semanas, el IMSS pagará 187 mil pesos. 

En tanto, en 2012 la Comisión Nacional de Protección Social en Salud, administradora de los recursos del Seguro Popular, incluyó el tratamiento de la hepatitis C, pero únicamente para personas que tengan entre 20 y 50 años de edad. 

Apenas en Chihuahua, Ciudad de México, estado de México y Yucatán hay hospitales acreditados para recibir a los pacientes. 

En 2015 fueron atendidas 41 personas y 17 en 2016, lo que implicó una inversión de 1.73 millones de pesos, de acuerdo con el Informe de Resultados 2016 de la comisión. 

Infectados ignoran enfermedad Estas cantidades son mínimas respecto de las estimaciones sobre la prevalencia de la infección. La Fundación Mexicana para la Salud Hepática indica que en México hay alrededor de 1.5 millones de individuos que viven con el virus, pero la mayoría lo desconoce. 
En los sectores de alto riesgo se encuentran quienes en los años 80 y antes, cuando no existía control sobre la seguridad de la sangre, recibieron alguna transfusión sanguínea, así como los usuarios de drogas, inyectables, principalmente. La infección no da síntomas, sino hasta que el daño en el hígado ya está avanzado y hay fibromas, cirrosis o cáncer. 

Luis Adrián Quiroz, secretario general de Derechohabientes viviendo con VIH/sida del IMSS, alertó sobre los individuos con hemofilia y que en transfusiones sanguíneas adquirieron el virus de la hepatitis C. También están los casos de transmisión vertical (de madre a hijo), de los cuales se sabe muy poco o nada. 

El activista señaló que los criterios de inclusión de pacientes en el IMSS y el Seguro Popular no los incluye. Tampoco están claros los parámetros clínicos para el manejo de la coinfección de VIH con hepatitis C. 

Los afiliados del Seguro Popular que viven con VIH son atendidos en los Centros Ambulatorios para la Prevención y Atención en Sida e Infecciones de Transmisión Sexual, pero el tratamiento para la hepatitis tendrá que darse en otra unidad médica. 

Aunque ya existen los lincamientos para la atención de los enfermos, falta resolver cómo se garantizará el acceso a las terapias para quienes vivan lejos de los pocos hospitales acreditados, explicó Quiroz. 

En cuanto al Seguro Social, el activista reconoció la decisión y voluntad del director Mikel Arrióla, de incluir los fármacos en el cuadro básico institucional, aunque, dijo, hay varios temas por resolver, con base en los criterios ya distribuidos a los directores de las unidades médicas de alta especialidad. No incluyen a los niños ni a quienes viven con hemofilia. 

Además, está el asunto de los individuos con VIH. El centro de referencia en el IMSS para este padecimiento es.el hospital de Infectología del Centro Médico Nacional La Raza, pero no forma parte de los hospitales que atenderán a los portadores de hepatitis C, dijo. 

Ayer, el IMSS informó de trasplantes de hígado para niños y adultos que sufren hepatitis fulminante y que en pocos días o semanas les provoca la muerte. 

José Alfonso Yamamoto, coordinador nacional del programa de Donación de Trasplantes de Organos y Tejidos, dijo que en 2016 se realizaron 42 cirugías sustitutivas de hígado, de las cuales seis se debieron a hepatitis fulminante. 

En más de la mitad de los casos se desconoce la causa de este mal, mientras el resto puede haber sido provocado por efectos tóxicos de medicamentos, pesticidas, hongos e infecciones virales, agregó. 

Fuente: Ángeles Cruz Martínez/ La Jornada

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