El Pulso Laboral

Lunes 25 mayo 2015

02:30 pm

Recursos Humanos

Metodología para mejorar tus hábitos sin fracasar

Por: Redacción/El Pulso Laboral

Como seres humanos, somos criaturas de hábitos. Los hábitos son respuestas automáticas que aplican tanto para las acciones como para los pensamientos y las emociones.

La vida contiene muchas combinaciones complejas para ser funcional y para manejar esta complejidad, nuestro cerebro está constantemente tratando de atrapar la rutina y transformarla en hábitos o respuestas automáticas para ser más eficiente.

La experiencia me ha llevado a tenerlos muy presentes y no perderlos de vista tanto en  mi persona, como en mi organización; el hacerlo me ha permitido:

  1. Identificar las acciones automáticas y habituales, que no están alineadas al logro de los objetivos.
  2. Definir cuáles son esos nuevos hábitos que necesitamos ir incorporando para apalancar el logro de los objetivos.

De acuerdo con Charles Duhigg, autor de El Poder de los Hábitos, la formación y consolidación de nuestros hábitos más arraigados se genera a manera de bucle que consta de 3 pasos fundamentales:

  1.  Es el detonante que activa la ejecución de un hábito. Puede ser casi cualquier cosa: una situación, un sonido, un lugar, un objeto, una hora del día, un estado de ánimo…
  2.  Es la secuencia de acciones que se ejecutan al percibir la señal. Dichas acciones pueden ser físicas, mentales o emocionales.
  3.  El premio que recibe el cerebro y que refuerza el hecho de que el hábito en cuestión debe recordarse.

Esto es algo así como: cuando sucede esto, hago esto, obtengo esto, y el cerebro decide si vale la pena repetirlo.

Con la repetición, este bucle —señal, rutina, recompensa— se vuelve tan automático e inconsciente, que lo perdemos de vista y al final, se acaba consolidando un hábito.

¿Cuánto tarda un nuevo hábito en formarse?

El tiempo puede ser de pocos segundos hasta varios años. La rapidez con que se desarrolla está principalmente determinada por la intensidad de la emoción que hace tomar la decisión de empezar a comportarte diferente. La mayoría de los estudios concluyen que siendo disciplinados, en 21 días se desarrolla un nuevo hábito con un patrón de comportamiento de mediana complejidad, como levantarse más temprano, acostarse a una hora específica, meditar en cierto horario, ser puntual, planear y organizar tu día la noche anterior, etc.

Hay hábitos que tienen un efecto en cadena con otros hábitos, de modo que puedes identificar cuál es ese mal hábito que está generando efecto en cadena y, por lo tanto, su sustitución también tendrá un efecto en cadena positivo.

Los 7 pasos para la adopción de nuevos hábitos 

  1. Toma la decisión: Decide que hábito es el que tendrá mayor impacto para lograr el éxito y empieza por ese. Haz una lista de todos los hábitos que crees que pueden impactar positivamente y comienza con el que es más prioritario por el impacto que puede tener.
    • Identificación: Cuáles son los hábitos que están impidiendo u obstaculizando el logro de los objetivos.
    • Disparador: Para romper un mal hábito es importante descubrir cuál es el verdadero disparador que está impulsando y provocando ese hábito, porque normalmente no está muy claro.
    • Recompensa: Identifica cuál es la recompensa o el premio que obtienes al efectuar ese hábito.
  2. Define la nueva rutina: Elaborar e insertar un nuevo plan de acción después del disparador o señal que se ha identificado para sustituir la rutina anterior y lograr la nueva recompensa que más emoción genere.
  3. 100% de compromiso: No permitas ninguna excusa o excepción en la etapa de la nueva rutina. Es indispensable llevar a cabo el 100% del tiempo la nueva rutina. Si decidiste levantarte a las 6:00 am, durante 21 días seguidos tendrás que llevarlo a cabo. Si permites que una excepción con la justificación que sea, dañe tu plan, será muy fácil dejar que otras situaciones lo hagan y no lograrás crear el hábito. Por eso se dice que te enfoques en 1 hábito a la vez.
  4. Diles a otros el nuevo hábito que quieres implementar:Cuando sabes que otras personas conocen y están al pendiente de lo que quieres lograr automáticamente incrementas tu disciplina y determinación, así también evitaras las excepciones o desviaciones que podrías permitirte cuando tú eres el único que sabe.
  5. Visualiza: Diariamente de ser posible, como te ves llevando a cabo esa nueva rutina y actuando así, como si ya hubieses logrado la meta.
  6. Perseverancia: Continua con la realización de la nueva rutina hasta que te sientas incómodo por no llevarla a cabo. Solamente sabrás si realmente has logrado interiorizar ese nuevo hábito cuando lo dejas de hacer y te sientas raro, como que algo te falta. Recuerda que la mayoría de los estudios indican que con 21 días seguidos puedes transformar un hábito con un patrón de comportamiento de mediana complejidad.
  7. Reconocimiento: Es muy importante reconocer y premiarte por el nuevo hábito que estás logrando. Cada vez que lo haces, reafirmas y refuerzas ese nuevo comportamiento y a un nivel inconsciente comienzas a asociar el premio con el comportamiento. Eso asegurará que continúes haciéndolo.

Haz de los hábitos una palanca inteligente y constructiva que te impulse en el logro de tus objetivos y los de la estrategia de tu empresa. Entrepreneur

 

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