La principal razón de la permanencia de la informalidad laboral en México es que el sistema de seguridad social la subsidia, aseguró Santiago Levy, investigador del Instituto Brookings y ex subsecretario de Egresos de la Secretaría de Hacienda durante el sexenio de Ernesto Zedillo.

El economista explicó que la mayoría de los mexicanos transita entre la formalidad e informalidad, por lo que conviene a todos erradicarla.

"Si a los trabajadores les decimos, 'si eres formal tienes que pagar por tu pensión y por tu salud, pero si eres informal te regalo tu pensión y tu salud, te la doy gratuita', lo que estamos haciendo, desde el punto de vista económico, es subsidiando la informlidad", señaló Levy durante la Convención Nacional del Instituto Mexicano de Ejecutivos en Finanzas (IMEF).

Refirió que de 1997 a 2015 sólo el 23 por ciento de los trabajadores fueron formales todo el tiempo, mientras que el resto transitó entre la formalidad e informalidad. Por esto, no se debe dividir a las personas entre formales e informales.

De igual forma, estimó que en México el 90 por ciento de las empresas son informales y sólo el 10 por ciento son formales. Esto implica que mucha inversión productiva se destina a empresas con baja productividad y bajas remuneraciones.

En términos sociales esto implica que sólo un tercio de la población que trabaja logrará cotizar las mil 250 semanas para obtener una jubilación y que sólo la mitad cotizará 750 semanas para obtener seguro médico de jubilados.

Asimismo, la entrada y salida de las personas en la informalidad interrumpe el acceso a tratamientos médicos especializados, evita que personas adquieran pensiones por invalidez o que las mujeres accedan a subsidios por maternidad.

"Desde los noventas estamos tratando de crecer más rápidamente, no lo hemos logrado y no hemos logrado la inclusión social, porque los instrumentos que estamos utilizando están subsidiando la informalidad y castigando la informalidad. Estamos atrapados en un círculo vicioso", comentó.

Levy explicó que en México hace falta una reforma fiscal para hacer un esfuerzo más redistributivo, pero que no financie los mismos programas de subsidios. /Reforma