En el país hay 11 millones 347 mil 705 personas que requirieron un empleo en el cuarto trimestre de 2018, cifra que representó 18.3% de la fuerza laboral potencial, revelan datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Esta población se compone de un millón 828 mil 591 personas desocupadas, es decir que estuvieron buscando un empleo y no trabajaron siquiera una hora; de tres millones 679 mil 450 personas subocupadas, aquellas que trabajan pero que requieren laborar más horas por necesidad; y por cinco millones 839 mil 664 personas desalentadas que no trabajan ni buscan un empleo, pero manifiestan estar dispuestos a entrar al mercado laboral si se les presenta una oportunidad.
A este conjunto se le conoce como brecha laboral, concepto propuesto en el seno de la Organización Internacional del Trabajo como medida alterna a la tasa de desocupación (3.3% de la Población Económicamente Activa al cierre de 2018 puesto que da un panorama más amplio sobre las necesidades de empleo.
IMPLICACIONES
Jonathan Heath, hoy subgobernador del Banco de México, y David Kaplan, especialista en Mercados Laborales del Banco Interamericano de Desarrollo, son analistas que han impulsado el uso de la brecha laboral.
Heath ha afirmado, por ejemplo, que el indicador mostraría que el país no está necesariamente en pleno empleo (máximo uso del factor trabajo) por lo que no habrían presiones salariales que afecten la inflación, conclusión a la que se podría llegar con la tasa de desocupación.
Además, afirma que la brecha laboral mostraría al gobierno que todavía falta mucho por hacer en materia de promoción del empleo.
Kaplan, por su parte, ha explicado que la brecha laboral muestra mayores necesidades de empleo en las mujeres frente a los hombres (23.2% vs. 14.9%), y en personas con menor grado de escolaridad (25% con primaria incompleta contra 15% con preparatoria y universidad).
En contraste, la desocupación indica una menor brecha de género (3.2% en hombres vs. 3.5% en mujeres), y mayor necesidad en los más educados (4.2% con estudios superiores vs. 1.5% con primaria incompleta). /Excélsior
